Susana Villarán: "El desarrollo no es un tema de cemento"

Dice que luchará hasta el final, que ella ganará la Alcaldía de Lima con una concertación. Su partido se llama Fuerza Social y cada día que pasa Susana Villarán se siente más fuerte. Defensora de los derechos humanos, ex ministra de la Mujer y Desarrollo Social en el gobierno de Paniagua, ex defensora de los policías, me dice cuando le pido recordar su carrera pública; pero sobre todo una lideresa social. Tiene 60 años y entusiasmo no le falta. “No me llamen “frejolita”, pero seré la sucesora de Barrantes”, sentencia. Este es su pensamiento.
Hasta ahora en la campaña por la alcaldía bailan solos Lourdes y Kouri. ¿Cómo está su ánimo?Ellos han comenzado a pelearse y los vecinos andamos hartos de las peleas. Que se saquen la manteca, pero queremos escuchar propuestas. Estamos cansados de los gerentes que no tienen una visión de la ciudad. Queremos líderes.

¿A Kouri lo ve como gerente?
Ha hecho mucha obra, pero tiene pocos resultados. En el Callao no hay resultados en la lucha contra la criminalidad. ¿Lo peor? Kouri responde a un sector en el que Montesinos y Fujimori no están lejos.

¿No cree que se ha desligado de Montesinos?
No. Ha estado demasiado comprometido. Estuvo nueve veces en la salita del SIN complotando y no lo hemos visto pidiendo perdón en los actos.

¿Y qué piensa de Lourdes?
Respeto a Lourdes, la aprecio como persona, sabe mucho del Parlamento, pero nula experiencia en gestión municipal.

¿Y cuál es su experiencia?
Yo me estrené gerenciando el programa más grande que hasta ahora se ha hecho que es el Vaso de Leche. Mi madre y yo fundamos este programa. Era el año 1979, almorzábamos en casa con mamá y hubo un paquetazo, cinco mil dirigentes habían sido despedidos después del paro del 77, en los barrios había mucha pobreza y los niños comían nicovita. Esa tarde le dije a mi madre que la cosa estaba horrorosa y ella me contestó: Al menos un vaso de leche, ¿no? Así empezamos, ella en Camacho y yo en San Juan de Lurigancho. Lo hicimos durante dos años y luego se aplicó en el programa municipal de Alfonso Barrantes. Hoy se extiende a todos los distritos del país. Solo en Lima hay más de siete mil comités de mujeres.

Kouri y Lourdes se acusan de pitucos. ¿Se olvidan de usted?
Vengo de una familia acomodada, jamás lo he negado. Acomodada porque mi padre se hizo a sí mismo. Fue un emprendedor.

Usted pudo quedarse viviendo en una burbuja.
Por el lado de mi madre, de la Puente y Lavalle, hay gente muy solidaria y yo aprendí. Recuerdo haber ido a El Agustino con la tía Cuqui desde muy chiquitita. Tenía 3 años cuando conocí a Elvira Torres, quien fue miembro de la primera comisión de comedores populares. Desde niña aprendí que quienes hemos tenido oportunidades debemos originar oportunidades para todos.

Por qué?
¿Porque es lo justo. Todos los que nacemos tenemos derecho no solo a vivir y que nadie nos dañe sino principalmente a tener un proyecto de vida. Yo lucho por mi conciencia social. Soy de izquierda y a mucha honra, tengo el corazón donde debe de estar. Soy de una izquierda moderna. Stalin me parece un monstruo y soy muy crítica con la violación de los derechos que hay en Cuba, Venezuela, Nicaragua o China.

No es extremista.
Exacto. No soy extremista y creo que el fanatismo le hace mucho daño a la sociedad.

¿Y por qué no se quedó con Acción Popular? Se lo digo porque la izquierda es un caos…
Hay gente de la izquierda que me está dando apoyo, como Lima para Todos y Nueva Izquierda y creo que no hay que demonizar a la izquierda. La demonizamos porque hemos tenido Sendero Luminoso, que fue de una crueldad, de una brutalidad injustificable. Siempre he pensado que antes de juzgar se debe conocer la trayectoria de la gente.

¿Pero Patria Roja? ¿Ha olvidado su relación con Sendero?
Ninguna persona que apoya la candidatura de Susana Villarán puede apoyar a Sendero porque yo he deslindado y marchado contra ese terror. Recuerda que a mí Sendero me amenazó de muerte. Yo me identifico con Bachelet, con Lula, ese es mi modelo.

Es curioso: usted apoya a Toledo y él apoya a Lourdes.
Toledo no sabe cuál es su lugar.

¿Y qué piensa de Castañeda?
Jamás lo vi en las calles y yo creo en la gente que se juega las cosas. Es un buen gerente, pero no un buen líder. No puede ser presidente una persona que no concerta, que no escucha, que no rinde cuentas, que es mudo. Y miren el Metropolitano, ha terminado costando el doble, demorándose cuatro años, miren los escándalos de Comunicore, Relima y no solo eso. Acabo de estar con los vecinos de la margen izquierda del río Rímac y están molestos porque hay un proyecto que se llama La Línea Amarilla y que amenaza con una ordenanza que pasó desapercibida.

¿Qué es La Línea Amarilla?
Un proyecto para una línea rápida. No nos hemos enterado y ya se acabó de entregar el contrato. ¿Cómo se decidió? Nadie lo sabe y se está afectando el derecho a la propiedad de gente que vive allí sesenta años. Castañeda no es transparente, no creo en él.

¿Está cerca de Ollanta?
No. Todos saben que caminamos en escenarios distantes.

Volvamos a la duda: ¿la izquierda no es un pan con mango?
Sí, pero la derecha tampoco se queda atrás. Ahora hay más intereses económicos que líderes políticos. Y mira todo lo que pasa. ¿Basta solamente el crecimiento económico? Por favor. Querían más dinero para Cofopri y allí están los escándalos.

¿El Apra la ha decepcionado?
Alan jamás me ilusionó porque me parece un retórico vacío, sin visión. Y sé que en el Apra no pasa nada sin su autorización. Por eso no creo que esté lejos de los detalles en las operaciones con Canaán, no puedo creerlo. Alan es un hombre que controla. Hoy estamos viviendo un fin de gobierno muy dramático y el caso BTR ha salpicado no solo a los más altos niveles del gobierno sino que ha degradado al Ministerio Público y al Poder Judicial.

Los apristas le dirán que el presidente ha pedido celeridad.
Sí, claro, ha pedido decencia, mejor que nos diga quién es Vega Vega. No nos chupamos el dedo.

Veamos sus propuestas. ¿Qué hará con el espacio público?
Nuestra propuesta es acabar con los parques y las calles enrejadas. La gente no cuida la ciudad porque no la siente suya. El desarrollo no es un tema de cemento. Nosotros queremos abrir los espacios públicos, queremos volcarnos a la Costa Verde y no vivir de espaldas a nuestro mar. Son cuatro Campo de Marte juntos.

¿Qué propone?
Una gestión social y cultural. Debemos respetar nuestra ciudad. Para convivir mejor debemos retener a los niños en la escuela, por eso asumo educación y salud. Yo quiero hacer bosques urbanos y propongo sembrar árboles. Regalaré miles de árboles.

Vivimos en un desierto…
Pero es posible, con riego por goteo, con aguas servidas. Tenemos que cambiar nuestra ciudad, debemos desterrar esta capital de cemento y hacerla verde.

La gente no querrá por el tema de la seguridad.
La seguridad es una combinación de prevención, calles iluminadas, y orden en el transporte y comercio. Tenemos que castigar todo delito. En cada comisaría tiene que haber un juez de paz porque basta ya de tener rateros de celulares. Tendrán que pagar con servicios comunitarios. Tiene que haber más presencia policial.

¿Y qué hará con el tránsito?
Ahora tenemos problemas porque pronto contaremos con un tren que irá de sur a norte, cuando debería ser al revés. Castañeda pronto inaugura el Metropolitano y solucionará una parte. ¿Qué pasa con los ciudadanos del norte y del este? Nada. El tráfico es endiablado, son 400 kilómetros que parece sopa de fideos, cerca de 500 rutas, más micros de los que necesitamos. Yo viajo en combi y sé del dolor de cabeza, por eso propongo racionalizar las rutas y reflotar los buses con empresas que tengan seguridad jurídica. Gustavo Guerra García es un experto en transporte público en América. Cuando era viceministro de Transportes en el gobierno de Toledo creó el SOAT, que ahora soluciona tantas cosas. Él es coordinador de Fuerza Social.

¿Y los taxistas?
Tienen que entender que deben tener turno porque si no todos colapsamos. Queremos paraderos, basta ya de dejar a la gente en la mitad de la pista.

Hoy se enarbola la bandera de la decencia para ganar votos.

No necesito decir que soy decente, pero si Lourdes lo necesita, la acompaño en esa lucha.

¿Lourdes levantaría la alfombra de Castañeda?
No porque debe andar negociando la bancada del PPC con Castañeda. Yo sí voy a investigar su gestión, lo he hecho toda mi vida y no tengo miedo.

¿Está conversando con Gonzalo Alegría de AP?
Sí, queremos ver si encontramos una fórmula juntos.

¿Y Luis Iberico?
Ya conversamos y con excelentes resultados. Estamos muy contentos y en estos días se concreta todo el acuerdo.

Vaya, los chiquitos se unen…
Hay deseos de concertar y no solo miramos las elecciones municipales, sino el panorama nacional porque pensamos en grande.

¿Que se cuiden los favoritos?
Claro que sí, y no es la suma de los pequeños, es más bien una gran voluntad la que se expresa.

¿Quién es su candidato presidencial para el 2011?
Tenemos un gallo de tapada.

¿O gallina?
Ja, ja, ja. No, es un hombre, es guapo, los peruanos lo conocen, y yo creo que es el “outsider”. No tengo la autorización para decirlo, pero es una buena opción.

¿El que ríe último ríe mejor?
Exactamente. El que ríe último alegra al pueblo.

¿Usted quiere ser la “frejolita”?
Ja, ja, ja. No pues, ni “frejolita” ni “panamita”, no te pases. Yo quiero ser la alcaldesa del pueblo. Lo único que pido es concertación. Sin ella no hay solución. Hay gente que vive en la burbuja de Asia y cree que todo está bien, pero no es así. Si no lo entienden, nos vamos al demonio.

¿Se lleva bien con su prima Susana de la Puente Wiese?
Muy bien, nos queremos un montón. Ella es muy generosa.

¿Usted es la oveja negra de su familia?
A mis padres les decían: “Pobres, los hijos que les han tocado”. Y mira, Fernando y yo fuimos ministros. Tan malos no fuimos.