A menos de 50 días de las elecciones municipales el escenario electoral es objeto de diferentes interpretaciones. Encontrar la interpretación correcta nos llevará a establecer una estrategia correcta.
La incursión de Lourdes Flores en la contienda electoral municipal, en un primer momento ofreció la visión de una jugadora de una liga superior a una inferior que debería hacerse del triunfo sin ninguna discusión. Plantear el tema de la elección de la “decencia versus la corrupción” era el indicado, ya que Kouri a pesar de su publicitada ”eficiencia” tenía como puntos vulnerables las reuniones en la salita del SIN con Montesinos y el tamaño despropósito del peaje.
Se planteó un a contienda de a dos y con el bombardeo de los medios Kouri empezó a caer y Lourdes a desmarcarse, hasta que se evidenció vínculos no tan santos con Cataño un procesado por narcotráfico y lavado de dinero, hecho que debilita su posición de inmaculada y que le empieza a pasar factura.
Con la tacha de Kouri se abre otro escenario, ya no puede usar el sonsosnete de la decencia contra los que vienen de atrás. Es mas el caso Cataño que palidecía ante Kouri toma su verdadera dimensión y se contrasta con los demás candidatos.
Lourdes necesita Kouri, sobretodo que una semana tacha estaba en caída libre, y la distancia se acortaba. Sin embargo, en las vísperas Lourdes empezó a baja también por el denominado efecto Cataño.
Por otro lado los “pequeños” han empezado a diferenciarse. Susana Villarán se ha consolidado en el tercer lugar desmarcándose de Lay, precisando que los dos suben, pero Villarán con mayor intensidad y que incluso en la encuesta de Datum considerando a Kouri como candidato obtiene un 13% y sin Kouri 14%. Cuidado que este efecto puede ser mayor, ya que cuenta con un 27% del electorado que no la conoce, por lo que un grueso sector que vota entre dos opciones tendrá un proceso de orientar su voto en forma paulatina y normalmente se beneficia al que se encuentra mas cerca.
El peor escenario para Lourdes Flores es tener que enfrentarse a Susana Villarán, eso lo entiende y lo demuestra, ya que ante las insistencias de los periodistas sobre las declaraciones de Villarán sobre el caso Cataño y el reto “Lourdes te voy a ganar”, Lourdes no ha querido responderle y ha lanzado respuestas en forma general. Esto es previsible ya que en el marketing electoral el que está adelante no debe responderle al que viene muy atrás.
Villarán es un peligro para Lourdes y tratar de vincular a su entorno con los sectores mas radicales de la izquierda como Patria Roja es una estrategia que empieza y con marcado macartismo, sin embargo, el excesivo ataque a una candidata “pequeña y con escasos fondos” puede ser un boomerang y puede hacerle la tarea de cubrir la brecha de ese 27% que no la conoce, aunque a estas alturas debe ser mucho menor, ya que su exposición en los medios en estos días ha sido constante.
Tenemos pues, a Kouri en contienda pero con una mortal incertidumbre, a Lourdes que se desgasta poco a poco por el tema Cataño y la posible reactivación de aspectos de su vida parlamentaria y los deslices que le hicieron perder las elecciones pasadas. Villarán que emerge del pelotón de abajo y que se muestra diferente a las demás opciones. Los candidatos pequeños atacan a Villarán porque saben que quién se desmarque ya no les dará tiempo para subir. Lay si bien ha subido, no ha sido suficiente y juega en su contra una personalidad gris y su edad.
Asistiremos a una contienda electoral sui generis: un candidato vinculado a la corrupción tachado transitoriamente a resultas de la apelación, una candidata cuya debilidad es su vínculo laboral con un procesado por narcotráfico y lavado de dinero. Y a una candidata que no estaba en los planes de los analistas que muestra muchas fortalezas y empatía para conectarse con la gente pero que deberá manejar con cuidado las objeciones por el lado ideológico y programático de sus aliados.
Es momento de jugar sus fichas. Una buena estrategia abre muchas posibilidades de triunfo, pero no lo garantiza.
